La herramienta más potente que tiene el actor, conjunto con su cuerpo, es su voz. El actor puede prescindir de su vista, su oído, pero si prescinde de la voz... Tan solo se convierte en un actor mímico, pura expresión corporal. Pero no es nuestro caso.
En este pequeño fragmento quiero exponer la importancia de una voz trabajada, de la dicción, el ritmo y la proyección.
Además de para los actores, la voz es importante para los locutores de radio, los actores de doblaje, los conferenciantes, personas que dan un discurso en público. Y, cómo no, también las cantantes. Es por eso que trabajarlo en el teatro puede servir como herramienta para el futuro.
Nuestra voz es el producto de muchos sucesos. Nuestro cuerpo obtiene el aire, que se aloja en los pulmones. Para empezar a hacer funcionar ese aparato, el actor tiene que utilizar el diafragma para proyectar una columna de aire, que tras el roce con las cuerdas vocales, resuena en diferentes partes del cuerpo, saliendo por dónde le dejemos salir y chocando con los obstáculos que se encuentra por el camino.
Lo ideal es que a las cuerdas vocales las mantengamos hidratadas, por eso es importante beber agua. También es importante no ir con el cuello al aire cuando hace frío y no se debe maltratarlo ni con tabaco, ni con bebidas frías, ni con periodos de fuertes catarros u otros trastornos de la voz (ojo. cada cuál sabe y conoce qué le viene bien y mal en este sentido).
Otro consejo para el cuidado (e higiene posicional) de la voz es proyectar la voz en un estado de relajación muscular y con el cuerpo erguido, como si te estuvieran tirando de un pelo en la parte de la coronilla hacia arriba, tu espalda debe de estar recta y el cuello no debe de tener interrupción de aire dentro de él. La técnica Alexander habla bastante profundo de este tema, y aunque se le podían poner algunas pequeñas pegas, es un trabajo importante sobre la utilización más correcta para el cuidado de la voz y del cuerpo humano: Sin tensiones-cuerpo relajado y erguido.
A la hora de proyectar la voz debemos de tener en cuenta que utilizamos el músculo del diafragma para hacer presión hacia arriba, y cuanto más aire cogemos y disponemos, una proyección más directa, pura y clara podemos hacer de todo ese aire. Esto lo comentan los vídeos del final de la entrada.
Para la voz es muy recomendable calentarla antes de trabajar con ella, así como los músculos que implican la voz. Con esto no solo me refiero a las cuerdas vocales, sino también a los resonadores (labios, lengua, velo, garganta, la musculatura máxilofacial, pectoral y otros) y cómo los utilizamos.
Dependiendo de nuestra constitución física, las ondas chocan de una manera o de otra. Por eso, hay personas que tienen una voz característica. Muchos de los imitadores buscan, a través de modificaciones posturales, en el tono de las cuerdas vocales, de la posición de la lengua, del velo del paladar y de la garganta, así como de la mandíbula entre otras cosas, para llegar a aproximarse al timbre sonoro de la voz de la persona a la que imitan.
Varios ejemplos de actores que lo hacen, serían Carlos Latre o Robin Williams.
Una de las cosas importantes a tener en cuenta como actores/actrices es la utilización de 3 parámetros:
- Dicción: Cómo se dicen las cosas
- Intensidad: (O volumen) Esto es cuánta intensidad le puedes dar a lo que dices. Como actor tienes que tener en cuenta que te tiene que oír hasta el último espectador del público, y a la vez, no dejarte la voz por el camino. Para ello, es importante trabajar el diafragma y abrir la garganta lo suficiente para evitar que el aire choque más de la cuenta.
- Pronunciación: (O vocalización) Este punto es esencial. Da igual lo que eleves el volumen, que si no tienes claro cómo se pronuncian las cosas, no te van a entender en el público. Hay un terreno de la psicología y la pedagogía, concretamente la logopedia, que se encarga expresamente de solucionar en la medida de lo posible los problemas en pronunciación.
- Ritmo: (O agógica) Utilizo el término musical agógica, que en el teatro no se usa, pero encaja. Y es que para hablar en público nunca, jamás de los jamases, tienes que ser precipitado cuando hablas. Hay un ritmo, unas pausas, unos "calderones", partes que se alaaaargan y partes que son breves, pero siempre teniendo en cuenta las acentuaciones de las frases, sin perderlas. Hay que darle importancia a cada sílaba. Saber cuál es el punto álgido de cada frase. Hay personas que esto les sale más natural, y hay personas que tienen que trabajarlo. Esto se trabaja mucho leyendo cuentos en voz alta.
- El tono: Tiene que ver con cómo hacemos una voz. El ejemplo más pobre sería hacer una voz monótona, pobre de cambios de carácter... Lo más exagerado sería hacer una montaña rusa de subir y bajar tonos, con lo que pareceríamos un Theremín loco. En este punto hay que saber jugar con él, y saber en qué punto medio está la virtud (o en este caso el personaje). El tono en parte tiene mucha relación con el ritmo y el acento. También se trabaja mucho narrando y contando historias/cuentos.
- Expresión corporal: Cómo movemos el cuerpo, que lenguaje no verbal tenemos
- El texto: Qué nos pone en el guión y que memorizamos (interiorizamos)
Qué hace tan guay la voz de los actores de doblaje
Los actores de doblaje si os fijáis, tienen voces muy, muy, muy trabajadas. En general, tienen alguna característica tímbrica especial. Y lo que sí que se nota es el trabajo de escenario/teatro (sobre todo en cómo proyectan y diccionan las palabras y los textos) así como el de microfonía (cuándo dar las pausas, cómo decir algo para que tenga un ritmo que cuadre con la escena, la narrativa).
Sobre los puntos que he comentado antes, trabajan la intensidad (tienen una fuerza sonora), la pronunciación (les entiendes cada letra) y el ritmo (la paciencia con la que leen los textos). Es por ello que me parecen buenos ejemplos a imitar.
Aquí hay un vídeo con ejemplos de varios actores con ideas de cómo debe de ser una buena voz, trabajada por actores y actrices de muchos tipos. En los vídeos 6 y 7 hay unos consejos muy interesantes sobre cómo trabajar la voz.
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